Mudanzas


Vivo en una casa antigua, de muros altos de ladrillo y hormigón, sostenidos por un esqueleto de hierro. Aquí dentro,mi matrimonio se está muriendo. Las cosas, nuestras cosas,observan impasibles como la vida se nos va,como agua sucia, por los desagües...ni siquiera los recuerdos de nuestros viajes hacen nada por salvarnos. La casa suspira de desesperación, y, en cada suspiro,los techos se encojen, y yo siento mis pulmones cómo si fueran de plomo. En la nevera,los restos de una comida feliz se van pudriendo, sin que nadie les dé una última oportunidad.
Mi casa se muere y yo me muero con ella. Yo, esa yo que un día creyó que podía creer en algo, me abandono a la desidia y la rutina,...cierro la puerta para no abrirla más, mientras oigo el llanto amargo del hogar, ahora si, abandonado para siempre...
(corazón de mudanza)

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