PLACERES

Hoy, a pesar de todo, ha sido un día de placeres…ummm…lo digo mientras siento todavía el gusto del vino, ese vino que tantas veces acompaña mis atardeceres, en mi paladar…ese vino al que algún día escribiré porque forma parte de mis mejores versos…Placeres pequeños, que no son, ni importan, menos, que los grandes…Y, para mi, la mayoría de los placeres empiezan en la boca,… el placer del vino, otra vez, el placer del dulce,… el placer de un beso (bueno, no nos engañemos, hoy no ha habido besos, no reales, pero si el placer de mucho besos que se me han quedado ahí, vivos siempre, mientras los recuerde)..el placer de pedalear bajo un cielo gris inventando canciones y sonriendo sin motivo (sin motivo?), el placer de un mercado en el que me he perdido por unas horas, eligiendo frutas y pescados y otras cosas, para darme placer a mi y a los que me rodean…el placer de la lluvia mojándome, transportándome a otras lluvias, dejándome calar hasta los huesos de agua y recuerdos…el placer de un desconocido que quizás me dobla la edad, y me mira, y me habla, y me hace pensar en cosas para mayores de 18… (me preguntó si yo era una artista…¿una artista? Usted si que es artista oiga…me dieron ganas de decirle, sin embargo sonreí y seguí mi camino…)…el placer de la siesta que sabe a sueño y a dulces despertares….el placer de libros en los que me pierdo y me pierden y me llevan a escribir y exprimirme por dentro y por fuera…y otra vez el vino, el placer del vino, y del queso,…y otra vez mi casa, la casa, mi hogar, del que me despido ahora para formar otro hogar, con otra familia, con otras costumbres y otros placeres…el placer de la llamada amiga para interesarse por lo que me pasa dentro…el placer del atún que me espera, fresco como los Frescos en primavera ( y que vivan los frescos!!!), en la nevera, para que yo lo manipule a mi antojo y al final sea febrilmente devorado por esta familia mía de hoy….
Si pudiera hacer un álbum, un álbum de placeres, de los placeres de hoy, habría una foto de cada uno de vosotros, y de una botella de vino, y de unas crepes con mermelada, y de una sonrisa desconocida, y de un día de lluvia, y una bici, y un atún, y un mercado lleno de gente, y un río sereno, y un médico parecido a John Malkovich, poco tranquilizador, y que escucha a Bob Marley mientras atiende a sus pacientes, pero que mira tu, entre tanto placer, casi me da igual que así sea (amén)