Vencida


Me venció tu sonrisa en el espejo,
te miré, perdida,
entre legañas...
...
no te esperaba,
seguias ahi, por la mañana
...
cansada de batallas perdidas
decidi apostar por tus labios
jugarme a doble o nada tu mirada
y dejarme perder por tus mordiscos
...
y perdí la guerra antes de empezar,
(por eso casi nunca suelo jugar)
y siguiendo tu camino de lunares,
hasta el centro de tu boca,
naufragué en mi agonía,
tu secreto,
hundida en la marea de tu cuerpo.


Comentarios

  1. Mi propuesta es: sigue jugando.

    Si sigues jugando, degustas, hueles y tomas contacto con lo que ocurre sobre y debajo de tu piel.

    Luego, con los pies en la tierra, ya llegará el momento de que elijas si vale o no la pena repetirlo. Miestras tanto, buen provecho.

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