Mentiras y verdades de mi acompañamiento a la maternidad

Es mentira que desee que las mujeres sean libres para elegir como o con quien parir, si luego me sienta mal si no me eligen a mi.

Es mentira que quiera que cada madre descubra en su corazón que madre quiere y puede ser, si la menosprecio por dar biberón.

Es mentira que eche por tierra teorías como la de Estivill si luego abrazo el concepto del continuum. Es lo mismo pero al revés. Mentira todo.

Es mentira que sea buena profesional si para ello tengo que convertir a lxs otrxs en malos profesionales, y hablar del titulo que tienen o no, de como actúan o dejan de actuar. Todo mentira.

Es mentira que yo quiera acompañar a una mujer a bucearse las entrañas si no me he buceado las mías. Mentira.

Es mentira que yo sepa acompañar lo femenino si no se donde está lo femenino en mi, y que color tiene, ni a que huele. Igual con la vulnerabilidad, la ternura, la confianza.

Es mentira que yo confíe en la Vida, si en cuanto no me sale un trabajo, o una propuesta, me estreso y me agobio creyendo que no voy a llegar a fin de mes. Má
s mentiras.

La verdad es que acompaño desde donde se y desde donde no se. Que quiero aprender a respetarte y respetarme, más. Que quiero escucharme y ser me fiel. Ponerte limites si es necesario, escuchar mis limites y que mi profesión no se convierta en mi esclavitud. La verdad es que quiero estar a tu lado porque aprendo mucho de ti y de mi. Porque me emociona ver la Vida llegar. Porque me encanta esa primera mirada de los bebés. La verdad es que quiero trabajar en esto porque prefiero estar de guardia que en un Hospital de 8 a 3. Porque me gusta salir de casa cuando todos duermen. Porque me gusta veros años después y reconocer a esos bebes a los que les vi dar su primer respiro. La verdad es que quiero ponerme un precio justo, justo para mi y mi familia, por las horas que me quito de su lado, justo para ti y la tuya, porque se lo que cuesta a veces conseguir 2000 euros. La verdad es
que no tengo titulo de matrona, que lo intente y no lo conseguí, y ya no lo quiero. Que me siento bien con una matrona al lado, yo haciendo lo mio, ella lo suyo. La verdad es que me he equivocado a veces responsabilizándome de más, cuando no estaba, ni estoy, preparada. La verdad es que siento el daño que haya podido ocasionar. La verdad es que siento si te juzgué, o lo juzgué a él, o interpreté o me creí que solo había una manera de hacer las cosas.

La verdad es que agradezco lo que se me dio y lo que no se me dio. El Reconocimiento, cuando lo he tenido, y cuando no. La verdad es que ha llegado un momento de reconciliarme con mi origen, de entender que no pudo ser de otra manera, que gracias a lo negativo también ahora Estoy y Soy, y que todo lo que pasó y sigue pasando, es para bien.

La verdad es que agradezco a Maite por su semilla, a todas las familias que habéis pasado por Vidar y a las que os acercáis a mi ahora por vuestra confianza. Y la verdad es que me agradezco a Mi la entrega al camino y las ganas. Esa es la verdad.

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